Suelen pasar inadvertidos o no ser reconocidos como tales, buscamos excusas en el entorno que los justifiquen.
Un diagnóstico complementario puede ser importante para intervenir antes de que sea un problema.
Disponemos de baterías diagnósticas para poder evaluar las siguientes áreas: atención, ansiedad, autoestima/autoconcepto…
Son tildados de despistados. Es importante diferenciar si existe un problema atencional o los problemas atencionales son propios del trastorno o de no recibir la respuesta educativa necesaria.
Este alumnado suele estar sometido a un intenso estrés. Si este es sostenido en el tiempo pueden aparecer problemas de ansiedad.
Estos trastornos dejan posos de baja autoestima e inseguridades. Muchos de adultos sufren el síndrome del impostor (no creerte tus propios logros)
